En esta obra, el autor se propone construir una teoría del conocimiento que considere la necesidad de captar los fenómenos sociales en su totalidad, a partir de una sociología que acabe con la tradicional brecha entre razón e imaginación. Por ello, Maffesoli destaca la importancia que tiene el relativismo en el estudio de esta materia y sugiere que la sociología se investigue como una ideología particular de nuestra época, evitando, sobre todo, la intolerancia entre escuelas.