En universo desequilibrado nacimos, dignos hijos del espíritu del tiempo. Hemos crecido entre sombras y como tales vivimos, rotos interiormente, perdido el rumbo a causa de un tornado impetuoso, de altas olas y vientos bruscos y negros. La armonía era el horizonte esperado pero que nunca se vislumbraba, pálido y brumoso; éramos por ello incapaces de penetrar en su ciudadela. Existíamos en los rápidos virajes, en el escándalo, en la agitación mortífera de lo exaltado. Ignorábamos la mesura, algo que tal vez despreciábamos sin de nada enterarnos. ?Ideal de vida: ser extremosos sin perder la moderación? escribe Gil Albert. Sombras oscuras de los movimientos de ida y vuelta, de las dialécticas implacables: qué arduo resulta abarcar los caminos de la mesura y desmesura, el límite y la extralimitación?
Serafín Senosiaín (Pamplona, 1956) Ha colaborado en Papeles de Son Armadans, El viejo topo, Diwan, y otras publicaciones, y es autor de la colección de poemas El Sur, cuya primera edición apareció en Barcelona, en 1979, y del presente texto, que resultó finalista del VIII Premio Anagrama de Ensayo (1980).