Como ocurre en la ópera, donde los personajes cantan hasta su propia muerte, los actores de la tragedia griega recitan la muerte de las mujeres. Heroínas que poseen sus maneras propias de morir: las esposas se suicidan apelando a una cuerda; las vírgenes van al sacrificio. Puede incluso suceder que arrebaten su muerte a los combatientes gloriosos, atravesados por la espada. Así, en «Maneras trágicas de matar a una mujer», se van trazando los antiguos caminos para imaginar y pensar el cuerpo de la mujer. Extrañamente inquietante, ya en el título, este libro, que ha sido traducido a varios idiomas, es fundamental para comprender el universo imaginario de la Grecia antigua y, con él, el nuestro.