Durante toda la primera mitad de este siglo, la historia de la fonología es la historia de la lingüística, por cuanto es en la fonología donde se buscan los fundamentos de esta y donde se alcanza un grado de explicitud y rigor que todos luego han tenido por modélico. Stephen Anderson, uno de los fonólogos actuales más destacados, proporciona en este libro la crónica de una aventura científica ejemplar y expone con finura y lucidez unas cuestiones básicas que, planteadas por sucesivas escuelas de maneras diferentes, siguen vigentes hoy. Si alguien piensa que la fonología es un conjunto de recetas se sorprenderá ante la profundidad de estas cuestiones, la inteligencia que se ha empleado en resolverlas y las considerables implicaciones que tienen respecto de otros aspectos del lenguaje y el conocimiento humanos.