Krause se habilitó para la enseñanza en las Universidades de Jena (1802), Berlín (1814) y Gotinga (1824) con los tres escritos en latín aquí traducidos, dos de ellos hvertidos por su autor al alemán con notas correctoras y aclaratorias. Su lectura conjunta acumula una serie de ventajas difíciles de encontrar en otra obra de este filósofo: posibilita una rápida, fácil y ajustada aproximación a su filosofía fundamental, incluida la evolución.