El ritmo acelerado de los cambios sociales durante la segunda mitad del siglo xx, que caracteriza la posmodernidad, ha afectado también el desarrollo de la psicoterapia. Stierlin participó activamente en este desarrollo durante los últimos cuarenta años. En esta obra describe aquella etapa decisiva de la historia de la psicoterapia dentro del marco conceptual de la teoría cibernética y sistémica que revolucionó toda la concepción científica contemporánea.
Insiste en la urgencia de volver a considerar el individuo como algo más que el mero elemento de un conjunto y de plantear nuevamente la pregunta por el sujeto como agente. La evolución de las sociedades occidentales, en las que los sistemas familiares obedecen cada vez menos a modelos tradicionales y previsibles, impone una atención especial al proceso de la individualización.