Más que conmover, la lectura de este libro abrasa las entrañas. En él se reúne y describe la violencia que nuestro mundo, este mundo que se cree civilizado, ejerce sobre los niños cuando estamos a las puertas del siglo XXI.
Ocasionalmente, la prensa ha revelado asesinatos, secuestros, mutilaciones, torturas, ha denunciado la explotación laboral y sexual de los niños en países del Tercer Mundo, o el tráfico de órganos infantiles hacia Europa o Estados Unidos. No se trata de hechos puntuales, de anomalías. Mafias bien organizadas controlan el negocio de la prostitución infantil, las adopciones ilegales o el tráfico de órganos ante la indiferencia o la complicidad de numerosos gobiernos.
Lo que José Manuel Martín Medem califica de ?guerra contra los niños? es una guerra que se libra en toda América Latina, en Asia y África, pero también en el orgulloso Primer Mundo. Cerrar los ojos a esa guerra, ignorar lo que está sucediendo, pretender que se trata de simples rumores y exageraciones nos convierte, inapelablemente, en cómplices por omisión de los más abyectos crímenes: los que se cometen sobre la infancia.