La juventud se ha convertido en un actante central de cualquier relato sobre la sociedad. Desde el paro juvenil hasta la indignación moral por la última moda rebelde, desde las preocupaciones por la apatía política hasta la obsesión por la delicuencia juvenil o las constantes referencias a los enfrentamientos generacionales, desde el fomento de las instituciones públicas del asociacionismo juvenil hasta la marginalidad, la juventud se ha impuesto como un hecho empírico. Producido como categoría del sentido común de percepción de la sociedad a partir de unas dinámicas socio-históricas, sólo el olvido de la estructuración de la sociedad en clases sociales puede permitir la constitución de un abanico de edades como grupo social. Pero ¿y si ese actante no existiera? ¿Y si nos encontráramos ante uno de los ejemplos más apabullantes de formación de categorías científicas a partir de renociones de sentido común?. Este libro se abre con la tesis de que la juventud sería así una prenoción, un objeto preconstruído. La crítica del discurso funcionalista (Talcott Parsons) y la aplicación en este ensayo del grupo de discusión por una parte, y de los presupuestos de la escuela de Birmingham y del estructuralismo genético de Pierre Bourdieu, por la otra, conforman un texto en el que se articulan el campo teórico y el análisis de las diversas percepciones, prácticas y estrategias de distintos grupos de jóvenes. Es, tambien, un libro útil, en tanto que resulta, a la vez, un manual de trabajo sociológico y análisis distintos, y un ensayo que construye conceptos, lógicas, etc., para la teorización de las relaciones y estrategías sociales en la que se imbrica los aspectos materiales y los simbólicos.