Néstor, hijo de pescador, vive en un pequeño pueblo costero, pero tiene que reiniciar su vida en la ciudad después de la muerte de su padre y la enfermedad de su madre.
La nostalgia del mar va a protagonizar sus horas de cada día. La fotografía de una playa, el rumor de una caracola, los peces en movimiento del aquarium o los inmóviles de un libro ilustrado mantendrán vivo su recuerdo.
Al regresar al pueblo Néstor recuperará cuanto fue y será suyo: la barca de su padre, la ternura materna y su mar, oleante, manso, intacto.