Los autores tratan de responder a preguntas inquietantes: ¿cómo seguir hablando de Dios en medio de las catástrofes de nuestro siglo? ¿Dónde fundar la esperanza? Preguntas que guardan relación con la responsabilidad del ser humano ante el mal en el mundo y que obligan a pensar de nuevo al hombre, al mundo y a Dios.