El objetivo de este libro es ofrecer una introducción al estudio y problemática de la antropología de la educación desde la perspectiva simbólica.
El ser humano no es solamente razón sino también pasión, deseo, impulso? Toda cultura se construye en función de lo simbólico que, a su vez, traduce los tres elementos antropológicos básicos: la violencia, el sexo y la muerte.
Pero la pedagogía "occidental" ha reducido el símbolo al signo, y se ha olvidado de la pasión de la noche, del "régimen nocturno". Una antropología de la educación que quiera abarcar la totalidad del fenómeno humano debe asumir los mitos y los ritos que configuran su tradición cultural. En este libro se estudian algunos símbolos básicos de la educación (la tierra, el sol, la luna, la serpiente, el laberinto?). El autor, apoyándose en la antropología de René Girard, descubre el fondo arquetípico que subyace a todos ellos: la inmolación de la víctima propiciatoria.