Considerado el primer trabajo de ficción escrito en letras silábicas nacionales (y no en caracteres chinos), «El cuento del cortador de bambú» es una obra basada en la tradición más remota de la historia literaria japonesa.
Kayoko Takagi ofrece por primera vez a los lectores hispanohablantes un cuento que se tiene como el arquetipo y padre de todas las obras de ficción japonesas.