Todo ser humano tiene sus demonios y, en este libro, a modo de confesión, el autor nos descubre los suyos. Encontramos la visión atenta del sociólogo sensible a los acontecimientos presentes, la del antropólogo atento al mito y a lo imaginario; en resumen la visión del autor de El paradigma perdido para quien la complejidad constituye el desafío de nuestro siglo.