José Bergamín (1895-1983) sigue siendo el gran desconocido de la literatura española contemporánea y la personalidad de la ?generación del 27? y de la Segunda República más injustamente olvidada. A ello ha contribuido la profundidad de su pensamiento, esotérico y paradójico; lo sutil de su estilo, musical y barroco, y el radicalismo de su compromiso religioso y político, que le condujo varias veces al exilio y a menudo a la marginación personal y al silencio sobre su vasta obra. Su obra precisa, por tanto, una comprensión nueva, objetiva y rigurosa, que la sitúe ante el futuro en el lugar destacado y singularísimo que ocupa por méritos propios dentro de la cultura española, así como de la europea y de la hispanoamericana.