La historia de la barbarie es como un silogismo práctico. Su mayor premisa : "Todo extranjero es enemigo". Pero su conclusión no es única. Puede ser el genocidio o el etnocidio, la limpieza étnica, los campos de concentración o los campos de destrucción de otros pueblos. La aceptación de la premisa de este silogismo es casi siempre inconsciente. Cuando se ha afirmado que el extranjero es un bárbaro, el resultado ha sido la planificación de la propia barbarie, la implantación del infierno sobre la tierra. Pero tampoco la conciencia de la barbarie es una calle de dirección única.