Tribus nocturnas, perturbadas que se mueven entre
el amor y la más estricta barbarie, ciudades arrasadas por la delincuencia
o la fatalidad, personajes que fraguan sueños y crímenes,
o incluso sueños criminales; todo eso y mucho más se ofrece
en Oposiciones a la morgue y otros ajustes de cuentas, un
libro de relatos de Luis García Jambrina escrito con descarnada
agilidad y sorprendente pulso narrativo, que actualiza los mecanismos de
la intriga, la serie negra y el folletín, para formar con ellos
un laberinto de historias que se mueven entre la crueldad, la violencia
o el sarcasmo, entre la misericordia que el autor profesa a sus víctimas
y el rigor que emplea para retratar una modernidad no demasiado benigna.
Venganzas urbanas, zonas limítrofes entre el sueño y la vigilia,
conductas no exentas de un humor irresistible, son las coartadas que Luis
García Jambrina emplea para tejer el entramado de esta
su primera obra de ficción y demostrar al lector que nuestra visión
del mundo es insuficiente, parcial, simulacro apenas de una realidad más
íntima y terrible.
Que, en definitiva, creemos ser testigos de la realidad,
cuando no somos sino esclavos de las apariencias.