En la larga trayectoria vital de Ángel de Saavedra y Ramírez de Baquedano, más conocido en la historia de la literatura por su apelativo nobiliario, aparecen nítidamente reflejados los avatares políticos e ideológicos por los que pasó la sociedad española durante uno de los períodos más conflictivos de su devenir histórico, así como los cambios literarios que, en gran medida, fueron consecuencia de tales avatares al tiempo que trataban de ejercer sobre ellos su propia influencia.(...) La auténtica y más valiosa identidad romántica de la obra de Rivas procede de la conciencia creadora con que éste supo supeditarse a los principios teóricos de la nueva orientación dramática.(De la Introducción de Rafael Balbín)