El romancero ha sido durante siglos vehículo de transmisión viva y directa de multitud de temas populares. Grandes poetas han utilizado el romance entre sus formas de expresión, por su musicalidad y su implantación popular.
El Romancero es una joya de nuestra tradición popular, obra colectiva por antonomasia, pues los romances han ido modificándose, de padres a hijos, de generación en generación, una y otra vez hasta nuestros días, a pesar de que las nuevas formas de comunicación amenazan con reducir el romancero al pasado.
Queremos que los lectores de Alba y Mayo ayudados por el acertado trabajo de síntesis de Teresa de Santos e incitados por los sugerentes dibujos de Carmen Sáez, aprendan qué son los romances y los utilicen y los recreen en sus juegos y en sus cantares, y los conserven, así, de una forma viva.