No resulta posible comprender el «sentido» de la historia humana si se prescinde de una «lectura ideológica» de sus procesos, entendiendo por tal la lectura que tematiza, como guía del análisis, la dependencia fundamental de las «formas mentales» respecto de los «intereses de clase» en el contexto de determinadas «relaciones de producción». Para Puente Ojea el estudio del estoicismo y del cristianismo ofrece una interesante oportunidad de verificar las virtualidades de la «lectura ideológica». Al análisis del cristianismo dedicó su anterior libro, Ideología e historia. La formación del cristianismo como fenómeno ideológico (Siglo XXI de España Editores). El presente libro lo dedica al análisis del estoicismo. La madurez de la «sociedad antigua» coincide con el auge de nuevas «aperturas ideológicas», en cuyo discurso intelectual el problema del individuo y su felicidad personal ocupa un lugar preferente. Puede Ojea, utilizando el enfoque metodológico expuesto, analiza aquí las formas de articulación de esas nuevas aperturas ideológicas del pensamiento grecorromano con las estructuras socioeconómicas y la urdimbre política de aquella sociedad, en un intento de contrastar las pretensiones teóricas del materialismo histórico con su capacidad real de explicación histórica. En ese marco, el destino de las doctrinas estoicas y del modo de producción esclavista aparece nítidamente dibujado en su paralelo proceso.