Además de ser una crisis sanitaria gravísima a nivel mundial, el sida es, también, un escándalo. La enfermedad, el sufrimiento, la muerte que hoy provoca el VIH podían haberse evitado, pues remiten a procesos de infección producidos cuando ya eran conocidas las vías de transmisión y los medios para evitarla. La prevención de la transmisión del virus de inmunodeficiencia humana en términos mecánicos es tan sencilla como la interposición de una barrera de látex a la hora de mantener relaciones sexuales, o la desinfección de una jeringuilla a la hora de inyectarse. Pero ni el sida es sólo una cuestión sanitaria, ni la prevención es mecánica pura. El odio del placer o la evasión ajenas, los prejuicios de las morales mayoritarias, el imperativo sensacionalista de la prensa y la televisión, la desidia y la ignorancia de las administraciones encargadas de la promoción de la salud, la prudencia de las instancias políticas, y tantos otros factores, le han trazado al sida un camino preciso.
En este libro se exponen algunas reflexiones que, desde el corazón mismo de los espacios sociales devastados por el sida y, en particular, desde el seno de las comunidades gais occidentales, conceptualizan este escándalo. Buscar argumentos, "pensar" el sida no sólo constituye en los artículos reunidos una estrategia de confrontación con la pandemia y sus aliados, sino que además, en términos más generales, permite a las comunidades hostigadas por regímenes restrictivos vertebrar criterios de supervivencia.