Sobre esta colección de retratos en blanco y negro que recogen instantes de la vida cotidiana en la capital cubana Schommer escribe: Me he dejado llevar por las sensaciones, por una enorme intuición, empleando en la búsqueda el mínimo tiempo [..] He trabajado no con la "mirada preparada" sino con el ojo del fotógrafo, es decir, con el triángulo del ojo-corazón-sexo...