Leer las historias que narra El Loco es como mantener una conversación con un amigo muy querido que nos invita a reflexionar y nos estimula con ideas nuevas e inspiradoras.
Despojados de las máscaras que ocultan nuestros sentimientos y emociones, nos enfrentamos por primera vez a las grandezas y miserias de nuestra alma. Surge entonces en cada uno de nosotros un loco dispuesto a experimentar la libertad de vivir sin pretextos ni ocultaciones, y, sobre todo, sin la necesidad de que nos comprendan, porque cuando nos comprenden, encasillan y esclavizan algo de nosotros.
Y es El Loco quien precisamente encarna ese despojamiento, quien pone al descubierto lo más hondo y subjetivo de cada uno. Aparece para recordarnos que lo esencial habita cerca de nosotros y que podemos recorrer nuestro propio camino.
Cada narración constituye un mensaje muy simple, directo y no exento de ironía, destinado a hacernos reflexionar y a descubrir nuevos horizontes.