Desde siempre, y en todas las culturas, el oro ha sido entendido como el símbolo de lo mejor que la vida puede deparar al hombre.
La lucha por el oro es, por tanto, la inquebrantable y quimérica lucha humana por conseguir la felicidad.
La quimera del oro agrupa una serie de relatos que Jack London escribió sobre la dramática y apasionante aventura de los buscadores de oro en Alaska. En una parábola de la vida del hombre y de su búsqueda de la felicidad, de sí mismo y de su destino, pero también, la frustración de esa búsqueda.