"Yo soy Drácula. Le doy la bienvenida, señor Harker, a mi casa". Con estas palabras se presenta el conde a Jonathan Harker, el héroe del relato clásico de Bram Stoker. Se ha convertido en una de las presentaciones más famosas de la historia de la narrativa, repetida hasta la saciedad no sólo por un siglo de lectores (Drácula no ha dejado de publicarse desde la primera edición de 1897 en Inglaterra), sino también por docenas de actores de teatro y cine.