Jaeger nos muestra cómo, sin la expansión de la cultura griega merced a las conquistas de Alejandro Magno, habría sido imposible el surgimiento del cristianismo como religión universal. Señala la controversia de los siglos II y III entre paganos y cristianos y termina con la síntesis del pensamiento griego y cristiano representada por los padres griegos del siglo IV: Basileo de Cesarea, Gregorio Nacianceno y Gregorio de Nisa.