La importancia que el texto bíblico concede a la descripción del Templo de Jerusalén ha generado a lo largo de los siglos numerosas especulaciones arquitectónicas. Como, según la tradición, ese Templo había sido diseñado por el mismo Dios, era esencial conocer sus proporciones y pormenores, ya que de ellos podrían deducirse las reglas de la buena arquitectura. Se trata, -por lo tanto, de un asunto central para la cultura europea y americana. Este libro se ocupa de desentrañar desde una óptica crítica actual los tratados más importantes sobre el Templo (Maimónides, Arias Montalvo, Newton, Lamy, etc.) ?y muy en particular la prodigiosa aportación de los dos jesuitas españoles Jerónimo de Prado y Juan Bautista Villalpando?, cuya reconstrucción (Roma 1604) no sólo es la más hermosa de la historia del salomonismo sino un verdadero monumento del pensamiento arquitectónico.