Nuestra individualidad física, es decir, nuestra postura, nuestra forma de caminar, de movernos y expresarnos, es producto de nuestro pasado. La memoria física registra minuciosamente los detalles de nuestro nacimiento, los éxitos y fracasos en nuestro aprendizaje de los primeros pasos, nuestros avances y retrocesos en un mundo que queremos conocer por el simple procedimiento de movernos por él. A medida que transcurren los años, los accidentes, las tareas no acabadas de nuestra vida o el desasosiego acumulan en nuestro cuerpo unas hullas que limitan nuestras respuestas físicas. ¿Podemos cambiar las huellas que nuestro pasado ha dejado en nuestra memoria física y mental? El rolfing es una forma de restablecer el equilibrio corporal que, utilizando la presión física, manipula el tejido conectivo, elemento esencial de la postura y la movilidad, y genera un nuevo modelo postural y de movimiento. Gradualmente aprendemos a escuchar los nuevos mensajes que nos transmite el cuerpo, e iniciamos el proceso que hace nuestra postura más cómoda y equilibrada, nuestro movimiento más amplio y fácil, y experimentamos una renovada sensación de vitalidad y bienestar.