Anábasis narra una hazaña épica: la retirada desde el interior de Asia hasta Europa, a través de una abrupta geografía, de un ejército de diez mil mercenarios griegos, contratados por Ciro el Joven para apoderarse del trono de Persia, los cuales le dieron el triunfo, aunque él mismo pereció en la batalla con lo cual la victoria careció de objeto.
Aquellos hombres comandados por Jenofonte dejaron para la posteridad un raro ejemplo de coraje heroico frente a un enemigo mucho más numeroso, regresando invictos a su patria: una hazaña que por su efecto psicológico y su impacto sobre la posteridad, sólo puede compararse con las Termópilas.