En El profeta, Al-mustafá, a punto de embarcar hacia su isla, se entretiene con un grupo de personas con las que departe sobre aspectos dispares de la condición humana: el amor, el trabajo, Dios, el crimen, la belleza... Un tratado humanista, trascendente y poético, que tuvo su continuación con El jardín del profeta, cuando Al-mustafá, junto con sus discípulos, decide encaminarse hacia las alturas y, una vez allí, dejarse llevar por la neblina.