Rompiendo con lo que se suele decir habitualmente sobre el universo del niño, este libro invierte el orden de las cosas y observa el mundo, ante todo, según el punto de vista del pequeño y en su único interés. Así, Françoise Dolto no sólo nos lleva a escuchar a los niños, a comprenderlos cabalmente a través de su propio lenguaje, sino también a hablarles con el nuestro sin necesidad de imponérselo. Estableciendo un balance histórico y crítico de la condición de los niños y comparándolo con su experiencia de psicoanalista, la autora nos ayuda a cominicarnos mejor con los recién nacidos y, simultáneamente, abre los caminos del futuro para los niños de hoy, sobre todo en lo referente a ciertas cuestiones cruciales:
- La comunicación en el inicio de la vida.
- El espacio del niño y el entorno de la escuela.
- Los juegos como aprendizaje de la existencia.
El libro, de este modo, acaba siendo un testimonio capital de mujer, de terapeuta y de filósofo en acción: una contribución valerosa y lúcida a que no decepcionará a quienes ya conocen a Dolto y tampoco dejará indiferentes a quienes la están descubriendo ahora.