Nada más evidente, más universal e inevitable que la muerte: todo lo sometido a las leyes del tiempo está condenado a desaparecer; todo ser vivo que acaba de nacer está destinado ineludiblemente a "dejar de ser", en un futuro incierto pero quizá ya programado. Pensar la muerte es afrontar todas estas certidumbres de una vez. Pero, por una curiosa paradoja, cuanto más saber se acumula acerca de la muerte, más difíciles resuoltan las sucesivas cuestiones que se nos plantean. Por ello, este libro aborda el tema desde diversas perspectivas, de la biológica a la escatológica, de la individual a la colectiva. El resultado es una visión de la muerte como algo horrrible y a la vez fascinante: horrible porque hace que nuestros cuerpos se descompongan, se conviertan en nada; fascinante porque, entre otras cosas, inspira una buena parte de nuestras reflexiones y de nuestras obras artísticas. Contemplado desde tres puntos de vista -su naturaleza, las modalidades del morir, las creencias y las prácticas referentes al "después de la muerte"-, el fenómeno queda así reflejado como objeto necesario de una urgente desmitificación: aprender a convivir con la muerte en todos sus niveles, abordarla como tema educativo en sus relaciones con la ciencia y con la técnica, son labores que podrán ayudarnos a entender que quien no acepta y comprende la muerte, no ama verderamente la vida.