Grandioso fresco que retrata la turbulenta historia de Roma durante el medio siglo correspondiente al gobierno de los emperadores Julio-Claudios, los Anales de Cornelio Tácito (ca. 56-117 d.C.) suponen uno de los pilares fundamentales de la historiografía clásica. Por sus páginas desfilan, año por año, el reinado de Augusto, las campañas de Germánico, los días de Tiberio en Capri, el envenenamiento de Claudio por parte de Agripa, el acceso al poder de Nerón o la muerte de Séneca y Luciano. Al modo del pintor que no se limita a copiar su modelo, Tácito aporta una personalísima interpretación de los hechos con el fin de dejar bien sentada la perennidad del Imperio y la gloria de Roma, no obstante la ineptitud y brutalidad de los emperadores. A pesar de su innegable subjetividad, los «Anales» han ejercido una extraordinaria influencia en la historia del pensamiento político.