Joan había sido el primero en llegar a aquella escalera; por eso, la intrusión de aquella cantante de ópera escandalosa, que se había instalado en el 1º 2ª y que se empeñaba en torturarlo con sus gorgoritos, justo a las horas en las que el ensayaba, le parecía inadmisible y decidió atacarla con furiosas improvisaciones de saxo. La guerra continuó hasta el día en que las pompas de jabón del doctor Trementí aparecieron por el patio de luces. Aquel día Joan concedió una tregua, y seguramente fué entonces cuando empezó todo el lío... Una trepidante novela de espionaje ambientada en Barcelona.