Un oficio del siglo XX
es mucho más original que una simple antología.
Porque novelista a la vez que crítico, Cabrera Infante
entabla con sus alter ego un diálogo irónico,
que transforma el libro en una ficción borgesiana,
en un fascinante juego de espejos donde confraternizan gozosamente
la biografía mítica y la reflexión
sobre la crítica.