Cuando una tiene «nazis en el jardín y judíos en la cocina», lo mejor es ponerse a escribir una novela. Eso hizo Isak Dinesen, autora de Memorias de África, en 1944, con su país ocupado por los alemanes, y de ello resultó Vengadoras angelicales. En su momento, Vengadoras angelicales se leyó como una alegoría política. Hoy sabemos que su contenido era mucho más ancho y más profundo. Una reflexión sobre la fuerza de la maldad, la potencia del amor, el significado y la necesidad del coraje. Y también una lúcida visión del papel contradictorio de la mujer en el mundo: adorada y ultrajada, apenas libre, objeto de comercio infame, manipulada hasta todos los abusos. Lectura amena y reveladora, Vengadoras angelicales es el más ambicioso trabajo narrativo de IsakDinesen. Ernest Hemingway dijo...
«Hubiera sido feliz -más feliz- hoy si el Premio Nobel hubiese sido concedido a la maravillosa escritora Isak Dinesen.»