Es casi imposible interrumpir la lectura de esta obra cuando se ha leído la primera página. La violencia feroz de los párrafos iniciales seduce irremediablemente: nada tiene de gratuito ni de inevitable y participa, pues, de lo trágico.
Es la violencia de la historia general de los hombres sobre su destino individual. Erskine Caldwell, que fue peón en las plantaciones de algodón, sabe de qué está hablando; y como experimentado guionista de cine, sabe cómo exponerlo. Se trata de una de las mayores novelas americanas.
Erskine Caldwell (1903-1984) fue periodista, jugador profesional de fútbol americano, corresponsal de guerra, plantador de algodón y otras muchas cosas, antes de dedicarse profesionalmente a la literatura. Varias de sus novelas, además de la presente, han alcanzado la condición clásica: «La pequeña tierra de Dios», «El predicador viajero», «La verdadera tierra», traducida en su día por Juan Carlos Onetti, sobre cuya obra tuvo Caldwell considerable influencia, o «La última noche del verano». Sus relatos cortos, reunidos bajo el título general de «Jackpot», son también piezas ejemplares.