Única obra conservada de Plinio el Viejo (h. 23-75 d.C.), su «Historia Natural» constituye un notable exponente de la cosmografía, la farmacología y la zoología de su época. El Lapidario -traducido y anotado en esta edición por Avelino Domínguez e Hipólito B. Riesco- corresponde a los dos últimos libros (36 y 37) de dicha obra. En la línea de Columela y de Celso, Plinio estudia el uso de los mármoles y otras piedras empleadas en las colecciones de obras griegas expoliadas por Roma. Más adelante analiza las variedades de gemas, piedras preciosas y ámbar, así como sus propiedades reales o supuestas, lña etimología de sus denominaciones, etc. Aunque la petrología y mineralogía modernas han superado su análisis, permanece su esfuerzo de catalogación de casi setecientas variedades de piedras preciosas, su actitud ecologista con la que se opone a la abusiva explotación de los recursos naturales y, en fin, las múltiples noticias y anécdotas dispersas con que salpicó su obra.