Al contrario que en Europa, el sentimiento de lo sublime se entiende en América como la armonía entre técnica y naturaleza, primero desde un nuevo romanticismo y, en la actualidad, desde el llamado «tecnorromanticismo», en el que lo sublime se emancipa de las ataduras seculares de la ética, la religión y la política, para ligarse por primera vez a lo cotidiano. El idilio americano se aproxima a la categoría estética de lo sublime analizando la «americanización» de este concepto.