El académico Juan Gil vuelve a realizar un extraordinario trabajo de investigación en este nuevo título sobre la aventura española en ultramar. Si en obras anteriores ahondó en las navegaciones por el Pacífico ahora nos adentra en el asentamiento en Filipinas a partir de la llegada de Legazpi en 1565, una presencia que avivó la vieja rivalidad hispano-lusa en el sureste asiático. A pesar de que el emperador Ming prohibía la entrada de extranjeros en su reino, los españoles trataron de encontrar fórmulas para introducirse en China. Gracias a los mapas que acompañan la edición y al minucioso prólogo recorreremos el parecer de soldados, mercaderes, frailes e historiadores sobre esta China que a ninguno dejó indiferente.