En conjunto, y desde su origen, los libros de pastores españoles promueven desde la ficción un ideal contrario a los grandes excesos políticos y personales que apuntan en la vida social de la época; así, encontramos una leve nota contraria a la expansión por Indias, a la que el simple pastorcillo no ofrece su colaboración. (...)La común participación en los lances de amor iguala a todos, aun conservando las diferencias de la calidad social ente los personajes (...)Aunque autor de una sola obra Gaspar Gil fue conocido y celebrado en su época.(De la Introducción de Francisco López Estrada)