• CEREBRO, INFANCIA Y JUEGO

    CÓMO LOS JUEGOS DE MESA CAMBIAN EL CEREBRO

    COUSO, MARÍA DESTINO EDICIONES Ref. 9788423362691 Altres productes de la mateixa col·lecció Altres productes del mateix autor
    «El hombre no deja de jugar porque se vuelve viejo. Se vuelve viejo porque deja de jugar.» Bernard Shaw Esta frase del dramaturgo irlandés ilustra muy bien hasta qué punto el juego es importante y vital para la existencia de cualquier persona y lo que permite que nuestro cerebro se mantenga joven, a...
    Ancho: 145 cm Largo: 227 cm Peso: 300 gr
    No disponible
    18,90 €
  • Descripció

    • ISBN : 978-84-233-6269-1
    • Encuadernació : Rústica
    • Data d'edició : 01/01/2023
    • Any d'edició : 2023
    • Idioma : Español, Castellano
    • Autors : COUSO, MARÍA
    • Número de pàgines : 304
    • Col·lecció : IMAGO MUNDI
    • NumeroColeccion : 342
    «El hombre no deja de jugar porque se vuelve viejo. Se vuelve viejo porque deja de jugar.» Bernard Shaw
    Esta frase del dramaturgo irlandés ilustra muy bien hasta qué punto el juego es importante y vital para la existencia de cualquier persona y lo que permite que nuestro cerebro se mantenga joven, activo y, en definitiva, vivo.
    La mayoría de los adultos coincidimos en que es fundamental que los niños jueguen, pero de lo que no somos conscientes es de cuán importante es en el desarrollo neurológico de nuestros hijos e hijas y por lo tanto en su aprendizaje. Las familias tenemos la responsabilidad de acompañar a nuestros pequeños para que a través del juego aprendan y descubran lúdicamente las mil facetas de la vida. ¿Pero cómo hacerlo?
    A lo largo de este libro, María Couso, conocida en redes sociales como PlayFunLearning,  nos contará cómo se desarrolla nuestro cerebro desde la infancia y cuáles son los factores que promueven un mejor desempeño cognitivo. Y para ello nos hablará de los juegos, en concreto de los juegos de mesa modernos. Así descubriremos todo lo que pueden llegar a construir.
    Hay todo un mundo esperándonos, ¿jugamos a descubrirlo?
    Jugar es la base del aprendizaje, ¿pero acaso conocemos sus infinitas posibilidades?