Con esta obra Ángel González se anexa a los poetas que en la década de los 60 hacían poesía testimonial o también llamada poesía social. En Tratado de urbanismo la actitud crítica del poeta frente a las injusticias sociales e históricas va incrementándose y muestra, más que nunca, una disposición solidaria con los desfavorecidos. Ángel González, ideológica e históricamente, siente la necesidad de dar su testimonio particular de la época que le ha tocado vivir. El título de nuevo nos descubre las intenciones didácticas del poeta, aunque esta vez se inclina por instruirnos en materias más complejas, de ahí el uso de la palabra «Tratado».