Vivimos en un mundo dividido. Miremos donde miremos, nuestras mentes cuadriculadas trazan líneas fronterizas.
Es propio del ser humano clasificar, discriminar y enmarcarlo todo en un pensamiento binario: blanco o negro, luz u oscuridad, ellos o nosotros. Este instinto de ordenar y categorizar erosiona nuestra capacidad para ver la variedad infinita de colores que definen el mundo. En lugar de relacionarnos con quienes son diferentes, solemos vincularnos con quienes son parecidos a nosotros; en vez de desafiar nuestra visión de las cosas, básicamente nos esforzamos en afianzar lo que creemos. El resultado es que las posturas y creencias polarizadas son cada vez mayores y más peligrosas: el Estado Islámico, la ultraderecha, el Brexit, Trump…
Blanco o negro es una llamada de alarma. En medio de una ola creciente de intolerancia cultural y extremismo político, y después de una pandemia global, este libro nos muestra que, al observar nuestra historia evolutiva y comprender el funcionamiento binario del cerebro, podremos superar la tendencia a agrupar, etiquetar y encasillar todo lo que nos rodea, y entonces tomaremos decisiones mucho más sutiles y menos radicales.