Todo el mundo tiene una pasión. Para algunos es la música, para otros es el arte. Para nuestra heroína son... ¡las matemáticas! Cuando mira el mundo, ve matemáticas en todas las cosas hermosas que la rodean: los círculos concéntricos que hace una piedra en un lago, la curva de un tobogán, las formas geométricas en el patio de recreo. Otros no entienden su pasión, pero a ella no le importa. Hay infinitas formas de ver el mundo, y las matemáticas son una de ellas. Este libro es una hermosa oda a algo vital pero raramente celebrado. A los ojos de esta niña, las matemáticas ocupan su lugar junto a la pintura, la literatura o la música como una forma de reflexionar sobre la belleza del mundo.