La progresión de los síntomas suele ser un diferente de una persona a otra debido a la diversidad de la enfermedad pudiendo experimentar temblor, bradicinesia, rigidez de extremidades y problemas de marcha y equilibrio. La causa sigue siendo en gran parte desconocida. Aunque no existe cura, las opciones de tratamiento varían e incluyen medicamentos y cirugía. Si bien el Parkinson en sí no es fatal, las complicaciones de la enfermedad pueden ser graves. El primer paso para vivir bien con la enfermedad de Parkinson es comprender la enfermedad y su progresión. Es posible tener buena calidad de vida con esta enfermedad trabajando conjuntamente con su médico y seguir las terapias recomendadas es esencial para tratar con éxito los síntomas mediante el uso de medicamentos dopaminérgicos porque tienen niveles bajos o les falta dopamina cerebral, principalmente debido al deterioro de las neuronas en la sustancia negra. Los científicos están explorando formas de identificar biomarcadores del Parkinson que pueden conducir a un diagnóstico más temprano y tratamientos más personalizados para ralentizar el proceso de la enfermedad. Actualmente, todas las terapias utilizadas mejoran los síntomas sin retrasar ni detener la progresión de la enfermedad.