Fue en los primeros años del siglo XVIII, en las últimas Cortes normales de Cataluña presididas por el mismo rey que más adelante había de destruirlas, por Felipe v, el fundador de la dinastía borbónica. Entonces es cuando se sintió en las entrañas de la tierra catalana ese primer impulso de renacimiento: en plenas Cortes los representantes de las ciudades y villas catalanas, reivindicaron para los catalanes el derecho de comerciar con América. En aquella hora comienza una nueva era para Cataluña: la era nuestra, el renacimiento.
Introducción de Javier Tusell (Edición bilingüe).