El cuerpo del acaudalado hombre de negocios Hartley Basset es hallado sin vida. Una nota de suicidio escrita a máquina y tres armas de fuego aparecen cerca del cadáver. Para Perry Mason el suicidio es demasiado evidente; el astuto abogado sabía que Basset tenía problemas de todo tipo: su mujer pretendía abandonarlo, su hijastro lo odiaba, un estafador no podía devolverle el dinero prestado…, sin olvidar al hombre con un ojo de cristal que había contratado a Mason y cuyo ojo perdido apareció en la mano de la víctima.
Demasiados sospechosos y demasiadas mentiras. Pero Mason, junto con
su ingeniosa secretaria, Della Street, y el inteligente detective Paul Drake,
juntará las partes que faltan en este fatal rompecabezas familiar.