Mientras luchaban por proteger el club de juego de los rumores, se convirtieron en el blanco de todos ellos
Eliot Fitzharding, duque de Guilford, siempre había acudido a Penny House a disfrutar de los juegos de azar, pero últimamente se había dado cuenta de que se le aceleraba el corazón no cuando daba la vuelta a una carta, sino cuando se encontraba con Amariah Penny, la encantadora propietaria del club.
Amariah, una inteligente y bella pelirroja, también disfrutaba enormemente de la compañía de Guilford… quizá demasiado. ¡Ojalá no fuera tan atractivo!
De pronto, alguien empezó a acusar a Penny House de dar refugio a un tramposo y amenazó con vengarse si no lo expulsaban. Y Guilford no dudó en acudir en su ayuda...