Un tranvía llamado Deseo fue el segundo gran triunfo del autor. Su enloquecida heroína, Blanche Dubois, ajado símbolo de las señoriales tradiciones del sur, se enfrenta, sin aceptarla, a la perentoria adaptación a los nuevos tiempos representada por su hermana y su rudimentario marido.
El zoo de cristal supuso el arranque de la carrera estelar de Williams. En ella asoman ya las claves de la obra de madurez de su autor: el retrato de una familia del Sur venida a menos, con una madre dominante y nostálgica, una hija lisiada que nunca podrá cumplir el sueño de su madre de verla casada, y un hijo que se evade de este opresivo entorno yendo al cine, incapaz de soportar por más tiempo una responsabilidad que no siente.