Con un prólogo de Ángel María Garibay, esta es la primera y única obra de teatro que ha escrito Miguel León-Portilla, inédita hasta ahora. Ahondando en la visión náhuatl del mundo, el investigador emérito de la UNAM y miembro de El Colegio Nacional, nos lleva a imaginar cómo habrían concebido los antiguos mexicanos el drama existencial del hombre al tomar conciencia de su ser sin reposo, en un universo en que todo es fugaz.